El Audio-Recorrido como Dispositivo para una Dramaturgia Sonora y Colaborativa: El Caso de "Cruce de Caminos"



Por: María Gladys Pacheco Rojas


Resumen:


Este artículo analiza la creación y puesta en escena de Cruce de Caminos, una obra que utiliza el "audio-recorrido" como dispositivo central para generar una experiencia de teatro sonoro interactivo. Partiendo de la hipótesis de que es posible dirigir la percepción de un espectador para convertirlo en un colaborador activo de la dramaturgia, se examina la ingeniería del dispositivo: el diseño de monólogos interiores binaurales, la elección de un espacio arquitectónico significativo y el uso de objetos simbólicos. A través del análisis de los resultados obtenidos en sus funciones, se demuestra cómo este dispositivo logra disolver la barrera entre ficción y realidad, promoviendo una "intimidad artística" que posiciona al público como un "espectador vivo", co-creador de la experiencia escénica.


Palabras Clave: Teatro Sonoro, Audio-Recorrido, Espectador Vivo, Dramaturgia del Sonido, Teatro Interactivo, Inmersión, Intimidad Artística.


Introducción: El Sonido como Protagonista Escénico


El teatro contemporáneo explora constantemente nuevos lenguajes para superar la convención de la cuarta pared y la pasividad del espectador. En este contexto, el sonido, tradicionalmente relegado a un papel de apoyo, emerge como un material dramático primario con un potencial inmersivo único. Este artículo presenta la obra Cruce de Caminos como un caso de estudio de una dramaturgia construida desde y para el sonido. Se definirá el "audio-recorrido" como un dispositivo escénico clave que, al combinar paisajes sonoros, un espacio transitable y la ausencia de actores en vivo, faculta al público para reconstruir activamente una trama, encarnando la figura del "espectador vivo".


Marco Teórico: Hacia un Teatro Sonoro Interactivo


El proyecto se inscribe en un diálogo con prácticas artísticas que priorizan la participación. Se toman como referentes el Teatro de los Sentidos por su trabajo con lo sensorial y la inmersión (Vargas, 2010), y las investigaciones de David Overend (2011) sobre el recorrido como práctica teatral relacional con el espacio. Sin embargo, Cruce de Caminos se distingue por su enfoque en la reconstrucción dramatúrgica por parte del espectador, guiado por un guion sonoro predeterminado pero íntimo. Aquí, el sonido no ambienta, sino que construye la realidad ficcional, tal como lo exploran Barría y Krause (2016) en sus composiciones acústicas para espacios no convencionales.


La Ingeniería del Dispositivo: Deconstruyendo "Cruce de Caminos"


El dispositivo escénico se articuló en cuatro componentes principales:


1. La Dramaturgia del Sonido: Monólogos Interiores y Efectos Binaurales

El núcleo de la obra fue la creación de cinco monólogos interiores,correspondientes a cinco personajes que vivieron la tragedia de Armero (Colombia, 1985). Estos audios, diseñados para ser escuchados con auriculares, no solo narraban eventos, sino que exponían el flujo de pensamiento, los recuerdos y la carga psicológica de cada personaje. Se incorporaron efectos de sonido binaurales (lluvia, derrumbes, susurros) que, al escucharse con auriculares, generaban una sensación de tridimensionalidad sonora, situando al espectador en el centro de la catástrofe. Este enfoque creaba una "intimidad artística", como si el director estuviera contando un secreto al oído de cada participante.


2. La Arquitectura como Cómplice: El Espacio de Barrio Yungay

La obra se ubicó en una casa antigua,vacía y de apariencia lúgubre en el Barrio Yungay (Santiago de Chile), que funcionaba como centro cultural Ailanto. Este espacio no fue un mero contenedor, sino un colaborador activo. Sus cinco habitaciones, dotadas de olores, oscuridad y una decadencia material, permitieron acentuar en cada rincón los matices de la historia. La arquitectura laberíntica y la atmósfera del lugar facilitaron la "tele-transportación" del espectador desde Chile (2017) hasta Colombia (1985).


3. La Semiótica de los Objetos: Pistas para la Reconstrucción


En cada habitación se dispusieron uno o dos objetos mínimos que simbolizaban a cada personaje(una fotografía, un reloj, una carta). Estos no eran meros adornos, sino significantes clave. La caracterización física del personaje fue una misión entregada al espectador, quien debía construir una imagen mental a partir del monólogo interior y la pista material del objeto, fomentando una visualización panorámica y personal de la obra.


4. La Coreografía del Recorrido: Intimidad y Encuentro


Cinco espectadores realizaban el recorrido simultáneamente,cada uno con su propio reproductor de audio. Los audios guiaban sus movimientos de una sala a otra. La dinámica generaba encuentros fortuitos en pasillos o patios, donde individuos sumergidos en sus propias ficciones se cruzaban, creando una capa adicional de significado: la coexistencia de múltiples realidades íntimas en un espacio compartido. Esto reforzaba la noción de experiencia individual dentro de un marco colectivo.


Análisis de la Recepción: La Evidencia del Espectador Vivo


Los testimonios recogidos tras las funciones demostraron la eficacia del dispositivo:


· Inmersión y Teletransporte: Espectadores relataron haber "sentido la lluvia" y "el temor de los personajes", logrando una empatía que trascendió las diferencias culturales y temporales.

· Encarnación del Personaje: Uno de los hallazgos más significativos fue que varios participantes se sintieron "como esquizofrénicos", al escuchar voces en sus cabezas que influían en sus acciones y su sentir. Esto indica una profunda internalización del monólogo interior y una disolución de la barrera entre su yo y el personaje.

· Reconstrucción Activa: Los comentarios posteriores a la obra revelaron que los espectadores no solo habían recibido una historia, sino que la habían hecho suya, generando críticas políticas y reflexiones personales profundas a partir de los estímulos recibidos. Esto corrobora la figura del espectador vivo que "reescribe" la obra desde su vivencia (Pérez Royo y Cifuentes, 2010).


Conclusión: El Audio-Recorrido como Poética Contemporánea


Cruce de Caminos demuestra que el audio-recorrido es un dispositivo escénico potentísimo para la creación de un teatro inmersivo y colaborativo. Al hacer del sonido el eje de la dramaturgia, se genera una intimidad artística que empodera al espectador, transformándolo de un observador en un espectador vivo y co-creador. La ausencia del actor físico no es una carencia, sino una condición que libera al público de la mirada evaluadora y le permite una entrega total a la ficción sonora. Este formato abre un campo fértil para exploraciones futuras que continúen expandiendo los límites de la participación, la escucha y la reconstrucción dramatúrgica en las artes escénicas.




Referencias Bibliográficas:


· Barría, M. y Krause, R. (2016). [Título de la obra o artículo de Barría y Krause].

· Dubatti, J. (2003). El convivio teatral. Atuel-TyA.

· Overend, D. (2011). Underneath the Arches: developing a relational theatre practice in response to a specific cultural site. Tesis de doctorado, University of Glasgow.

· Pérez Royo, V. y Cifuentes, M. J. (2010). "El espectador como herramienta para la creación-investigación".

· Rancière, J. El espectador emancipado.

· Vargas, E. (2010). El Hilo de Ariadna. Teatro de los Sentidos.


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