PERCANCES DE UN EMPLEO: LA ABOLICIÓN DE LOS ROLES SOCIALES


Por: María Gladys Pacheco Rojas
Licenciatura en lengua Castellana, Universidad del Tolima
mariuerosima@gmail.com





Un “cachaquicidio” (1) es el detonante de la trama de este texto dramático titulado “Percances de un empleo”, escrito en 1857 por José María Samper en cuatro actos y dedicado a Manuel Pompo “en prenda de leal i antigua amistad”. Esta comedia de costumbres nacionales reitera el particular estilo de escritura de dicho autor bajo la época neogranadina del teatro en Colombia y como muchas de su autoría,  busca parodiar los roles políticos de la sociedad burguesa y el papel que desempeña el ser humano en la misma. Inicia con el monologo de Facundo quien al estar inmerso en un contexto donde importa más el rol social que se desempeñe que el mismo hecho de ser humano, intenta quitarse la vida para salir de deudas,  momentos de hambruna y decepciones amorosas. La historia continúa entonces con la interacción de distintos personajes que manejan diversos discursos en  cuestiones como el amor, y la vida del ser humano dentro del campo laboral, donde se denotan diferentes conflictos que se enfocan en las posiciones sociales como determinantes para ascender de estatus. La obra termina haciendo una denigración de las posiciones capitalistas y rememorando el papel del hombre con sus sentimientos y sus capacidades intelectivas para sobrevivir en el paraíso obsoleto de la vida pública.



Percances de un empleo se clasifica como una comedia, pues nos muestra por medio de la risa la crítica constante al medio social, es un texto dramático con un lenguaje lúdico que divierte al lector, pero que a su vez,  lo abisma en posiciones divergentes centradas  en  la cortina ocular del  autor que tiene como temas la relación del ser en el medio político-laboral,  y el valor del ser humano supeditado a su profesión.  La intensión comunicativa por ello es de tipo emotiva y referencial, emotiva ya que logra vincular al lector con la realidad textual haciendo que se posicione respecto al contenido,  y referencial pues ubica propiamente al lector-espectador en un momento histórico y político de la Colombia de mediados del siglo XlX.
Ahora bien, los diálogos son determinantes y cada personaje plantea su visión de mundo a través de ellos, generando choques ideológicos que no estandarizan el discurso a uno solo, sino que permite la concentración de diferentes posturas que debaten temas como la política, la literatura, el amor, los roles sociales, entre otros.  Los discursos de los personajes entonces permiten construir un conflicto que se desarrolla entre posiciones capitalistas y humanistas.
En efecto, son muchas las pistas que nos da este texto para construir una postura que logre reconocer el concepto de lo social y lo publico como medio determinante en la vida de las personas, por ello las didascálicas ubican la acción en un espacio interno creado por cada personaje en su “monologo interior” (2), donde se nos muestra las máscaras que camuflan sus verdaderas intensiones, construyéndolos como complejos dentro del campo escénico-textual. En este sentido la teatralidad como recurso del texto se evidencia a través del juego de seres ocultos en la escena quienes logran pre-visualizar los acontecimientos y por tanto, definen el paso de la historia.



Los personajes entonces se dividen en los posicionados como: El ministro, Don pascual, Inés, Pepita y Don mariano y los debajo rango como lo son: Facundo, José Nicolás, Ramoncito y Don Bruno.  Cada uno de ellos desde su rango, manejan axiologías distintas que chocan en un encuentro ideológico. La cosmovisión de estos seres claramente se evidencia en cada uno de los diálogos que desarrollan con los demás,  y a través del posicionamiento que poseen en el intercambio de palabras. Claro está que estos manejan contradicciones fuertes que los hacen complejos y por tanto redondos (3). Con una variabilidad en su discurso,  sus acciones y hasta sus visiones de mundo, logran sorprender a los lectores en cada página, pues sus aportes siempre van acompañados de posturas que luchan para llegar finalmente a una conclusión de tipo intelectual, que se enfoca en la validación del ser humano más allá de un empleo con todo sus percances.



Al hablar del tiempo y el espacio, nos encontramos con una particularidad del autor. En cuanto al espacio siempre ubica sus personajes en  oficinas o casas en las cuales se evidencia cómo la vida privada pasa a ser publica, y cómo los roles sociales se entrometen en la cotidianidad de las personas haciendo del cambio de espacio entre la casa y la oficina  un mismo conflicto que no depende de instancias. El tiempo de igual forma es lineal desarrollando así una historia que a pesar de ser impredecible va marcada por el paso de los días y el conflicto de los seres de la escena, es decir no hay obstrucciones de tipo espacio-temporal, aunque esto no implique que la historia no tenga sobresaltos y por tanto conflictos que la armonizan. Por supuesto la relación de éste texto dramático con su contexto es explicita desde la nominación de espacios, debido a que se habla de un Bogotá  neogranadina, y al mismo tiempo se da luces sobre la formación posterior de una capital pluricultural, admitiendo en sus personajes un hombre de la zona oriental del país como lo es José Nicolás.



Con todo, esta obra de literatura dramática  posee grandes virtudes escriturales, pues crítica cuestiones políticas, literarias e incluso axiológicas, haciendo referencia a una Colombia llena de incongruencias gubernamentales, falta de legalidad y llena de presunciones morales antípodas que visionan al ser humano bajo uno de sus aspectos, el trabajo, y deja de lado otros como el amor,  la dignidad y la ética, debido a que cada personaje,  a excepción de Facundo y Pepita, son moldeables  y a pesar de presentarse ante una sociedad con un rol determinado logran metamorfosearse según el tipo de situación, tiempo o lugar, como es el caso de Don mariano, quien como un político-literato deja a un  lado su propio discurso para sumarse al de otros y sacar provecho de ello. Así Tanto el autor como el texto, no sólo nos muestran la realidad social de ese período histórico,  sino que la critícan y la vislumbran bajo la batuta de la comicidad, la parodia  y el humor clásico de José María Samper. 


CITAS BIBLIOGRÁFICAS:
  1. Neologismo para mencionar el suicidio de un cachaco.
  2. Antonio Garrido Domínguez, Teoría de la Literatura y literatura comparada “El texto Narrativo”, Madrid, 1993 (2) (3)

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